Problemas de grietas y fisuras producidas por una mala instalación
Una instalación incorrecta es el cáncer del hormigón impreso. No importará lo bien que haya quedado, o el mantenimiento que le demos al material, si a la hora de la verdad se ha instalado de una forma inadecuada. Tarde o temprano empezaremos a notar grietas o fisuras en nuestros sueños o muros que se hayan diseñado con dicho material.
Por desgracia, no hay una solución efectiva en este caso. Lo único que podría hacerse es picar, quitar el suelo y volver a ponerlo, con el consiguiente gasto que esto acarrea. Para evitar que esto ocurra:
· Contrata siempre empresas de calidad, aquellas que tengan una amplia experiencia, que sean de confianza y que tengan opiniones positivas a sus espaldas.
· Huye de aquellos precios excesivamente económicos, ya que te arrepentirás de ellos. Pide presupuesto en varias empresas y te darás cuenta de que el precio es más o menos igual en todas las empresas. Si hay alguna que te ofrece un precio ridículamente bajo, tienes motivos para sospechar.
· Aunque tengas mucha prisa por terminar el trabajo, la empresa no debería encargarse de ello en condiciones extremas: por ejemplo, ni durante aquellos días en los que las temperaturas son muy altas o muy bajas, cuando hace mucho viento, hay lluvia, etc.
· Debes asegurarte de que el presupuesto es detallado, que no tiene ninguna condición o cláusula oculta que pueda elevar el coste del servicio, que se firma un documento legal y que hay una factura de por medio.
Estas pautas son clave para reparar el hormigón impreso. Una buena empresa de instaladores puede ayudarte con tu problema.